Torsdag 31. januar for 36 år siden ble den spanske ambassaden i Guatemala angrepet av statlige sikkerhetsstyrker, som etter å ha kastet brannbomber inn i bygningen, forhindret menneskene som oppholdt seg der fra å flykte ut. 39 mennesker døde. De fleste brant i hjel mens andre ble torturert ihjel etter å ha blitt bortført fra sykehuset etter angrepet. Angrepet skjedde mens Fernando Romeo Lucas García var president i landet, og var rettet mot bønder og urfolk fra fylket Quiche, nord i Guatemala, som hadde okkupert ambassaden for å fortelle verden om folkemordet som den guatemalanske stat var i ferd med å gjennomføre i deler av landet.
Idag minnes LAG-brigadenes samarbeidsorganisasjon Comité de Unidad Campesina CUC og andre organisasjoner det kyniske angrepet. Vi gjengir her, på spansk, komunikeet som bøndene som okkuperte ambassaden skrev før de møtte døden 31. januar, 1980. Komunikeet er hentet fra Hijos Guatemala,
Carta abierta:
Nosotros, campesinos representantes de las comunidades ixiles de San Juan Cotzal, Chajul y Nebaj, y de las comunidades Quichés de San Miguel Uspantán nos dirigimos a ustedes porque sabemos que son personas honradas que sabrán decir la verdad sobre la represión criminal que sufrimos los campesinos de Guatemala.
Desde hace dos semanas nos encontramos en la capital para denunciar la cruel represión que contra nuestros pueblos ha desatado el Ejército Nacional. A la larga cadena de secuestros, torturas, asesinatos, robos, violaciones y quemas de ranchos y cosechas, el Ejército Nacional ha agregado la masacre de Chajul. El día 6 de diciembre del año pasado el Ejército Nacional llevó a Chajul a 7 campesinos que tenía secuestrados en Chucamán, los vistió a todos de verde olivo, y los obligó a avanzar por el camino que llega al pueblo. A pocos metros de ahí los soldados estaban escondidos y dispararon sobre los 7 campesinos hasta matarlos a todos. Después de eso, el Ejercito Nacional tiró a la par de los cadáveres un par de escopetas viejas y sin tiros y empezó a decir que los muertos eran guerrilleros que habían querido asaltar el destacamento de Chajul. Allí tuvieron tirados los cadáveres por muchas horas, hasta que los metieron a todos en dos hoyos en el cementerio de Chajul, después de haber quemado con gasolina uno de los cuerpos.
Con gran dolor hemos comprobado que los 7 campesinos masacrados en Chajul el 6 de diciembre pasado, son parte del grupo de nueve compañeros que habían sido capturados por el Ejército Nacional en el municipio de Uspantán y cuyo secuestro venimos a denunciar al Congreso de la República en septiembre del año pasado. En esa ocasión el presidente del Congreso se comprometió a hablar con los jefes del ejército Nacional para que soltaran a nuestros compañeros, pero ahora vemos con gran cólera e indignación que nos los han masacrado.
Toda esta injusticia, toda esta maldad y toda esta cobardía del Ejército nacional es lo que venimos a denunciar a la capital, pero también aquí fuimos perseguidos y amenazados por las fuerzas represivas. Los periódicos y los trabajadores no querían publicar nada porque también sus trabajadores han sido amenazados de muerte por el gobierno. A las personas que escuchaban nuestras denuncias las calumnió y amenazó personalmente el torturador Manuel de Jesús Valiente, Jefe de la Policía Judicial. Quisimos presentar nuestras denuncias antes las personalidades democráticas internacionales que asistirían al acto de homenaje en el aniversario del asesinato del Dr. Alfredo Fuentes Mohr, organizado por el Partido Socialista Democrático -PSD-, pero este acto no pudo realizarse porque un gran número de policías fuertemente armados lo impidió. Pero lo más grave de todo fue que las fuerzas represivas del gobierno secuestraron y asesinaron al compañero Abraham Ixcamparic dirigente del Frente Unido de la Revolución -FUR-, pocas horas después de que dicho partido nos había recibido en su sede y habían escuchado nuestras denuncias y en particular el compañero Ixcamparic nos había ofrecido su ayuda y solidaridad.
Ante todos estos hechos no nos ha quedado otra alternativa que acudir y permanecer en la Embajada de España como la única manera de hacer llegar nuestras denuncias a todo el pueblo de Guatemala y a los pueblos del mundo. Estamos firmemente decididos a permanecer dentro de la Embajada hasta que las peticiones que les hacemos a ustedes sean resueltas favorablemente. Les repetimos una vez más que acudimos a ustedes porque sabemos que van a actuar con honradez y sinceridad y que van a tener el valor y la dignidad suficiente para decir toda la verdad de las grandes injusticias que padecemos los campesinos del norte de El Quiché.
NUESTRAS PETICIONES
1. Ustedes deberán integrarse en una comisión investigadora de la masacre de Chajul, perpetrada por el ejército Nacional el seis de diciembre de 1979
2. Como comisión investigadora deberán viajar en pleno, acompañados de una delegación de quienes permanecemos en la Embajada de España y de todos aquellos periodistas que deseen hacerlo, a la cabecera municipal de Chajul, para exigir ante las autoridades respectivas la exhumación de los cadáveres de nuestros siete compañeros para que puedan ser reconocidos y entregados a sus familiares. Este viaje deberá hacerse lo antes posible.
3. Aprovechando su presencia en Chajul deberán recoger todos los testimonios que el pueblo de Chajul puede dar sobre la represión criminal que contra nosotros ha desatado el ejército Nacional.
4. Al regresar a la capital la comisión investigadora deberá publicar en la prensa escrita y radial un informe sobre los resultados de la exhumación de los cadáveres de nuestros compañeros y un resumen de los testimonios que haya dado el pueblo de Chajul. Copia de estos informes deberá ser enviada por la comisión investigadora a Amnistía internacional, a la comisión de derechos humanos de la ONU, a la comisión de Derechos humanos de la OEA, a la comisión Internacional de Juristas, a la comisión de derechos Humanos del Senado de los Estados Unidos, a la Asociación de Abogados de los Estados Unidos American Lawyers Guil y al consejo Mundial de Iglesias.
5. Una vez resueltas estas peticiones, la comisión investigadora deberá garantizar nuestra seguridad para que pacíficamente podamos retirarnos de la Embajada de España y dirigirnos a un lugar seguro.
Estamos seguros que ustedes sabrán entender todo el dolor y la indignación que nos obligan a tomar estas medidas ya que el gobierno y las fuerzas represivas no nos han dejado otro camino y que también comprenderán que nuestra lucha es justa y que, algún día con la participación de todo el pueblo de Guatemala y con el apoyo de todas las personas honradas y dignas como ustedes, nuestro país se liberará para siemrpe de los asesinos y ladrones que ahora nos gobiernan y nos reprimen y nos mantienen sumidos en la más grande explotación y miseria.
Comunidades campesinas de Chajul, Nebaj, Cotzal
y San Miguel Uspantán del Departamento de El Quiché.
Guatemala, Centro América 31 de Enero de 1980.